A menos de un año de las Olimpiadas de París la aparición de chinches en lugares públicos como escuelas, transportes, hospitales y aeropuertos ha creado psicosis entre los franceses. El Gobierno intenta quitar importancia al problema. Francia sufre una plaga de chinches desde hace semanas y esto se ha convertido en un quebradero de cabeza para las autoridades francesas.
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) desde el verano del año pasado a hecho hincapié en el incremento de esta plaga, el chinche de la cama (‘Cimex lectularius’). Este repunte se debe al auge del turismo tras los dos años de pandemia, al ser una plaga muy asociada al sector hotelero y las viviendas turísticas. Se trata de un insecto parásito de entre 5 y 6 milímetros de longitud que suele anidar en las camas, los pliegues de las sábanas, muebles y sillones y que se alimenta fundamentalmente de sangre humana. Su picadura genera molestias e, incluso, reacciones alérgicas diversas, insomnio o estrés.
«Debido a su minúsculo tamaño, es frecuente que éstas ejerzan de polizones entre la ropa o la maleta, provocando nuevas infestaciones en hogares, hoteles, apartamentos», advierten desde ANECPLA. Por ello, suele ser habitual que no solo se padezcan en el lugar de veraneo donde se hallen, sino que, además, se transporten en la maleta de vuelta a casa. Es recomendable siempre revisar maletas y ropas a la salida de un hotel, más si cabe si ha sido picado en el mismo.
«La globalización, los mayores niveles de contaminación y el aumento de las temperaturas debido al cambio climático están detrás de este resurgimiento de las chinches en Europa», afirma Jorge Galván, director general de ANECPLA.
Entrevista a Jorge Galván en la COPE
Fuente: 65ymás El Confidencial COPE
